El cielo se fundía en tonos de lila mientras un pintor lo plasmaba en el lienzo más sencillo, el
mar en calma transcurría lento por las orillas de una población mientras una pareja metía
los pies a remojo, una casa ardía en la mente de algún pirómano, la bruma inundaba el valle
de algún recóndito bosque mientras el solitario ciervo admiraba esa bella estampa, el árbol
ya nevado era ocultado a los ojos de un cazador que apuntaba por encima al halcón
descuidado, la habitación vacía daría cobijo a un ser solitario, la que está llena de lujos
daría cobijo a un ser aún más solitario. La ventana cerrada dará paso a la luz. Mientras todo
es vigilado en la mente de Jane.
Autora: Marta Sempere Frutos