Si estás gorda porque estás gorda. Si estás delgada porque estás delgada. Si eres alta te critican, si eres baja, también. Sino es por los ojos, es por los dientes. Y sino, tranquilo que queda la nariz. Si te maquillas que por qué lo haces, si no lo haces porque deberías empezar a hacerlo si no quieres ser mal vista.Qué sino es por una cosa, lo es por la contraria…
Así que perdóname sociedad por no ser una Barbie de plástico, por pensar diferente y por no ser un sin cerebro como quieres que seamos.
Y es que aquí al parecer o te pasas o no llegas. Si no escuchas música de moda eres un anticuado, pero ¡cuidado! Que si la escuchas demasiado ya eres un pesado. Que, si eres mujer, jugar al fútbol no es para ti. Y si eres un hombre y no lo haces, ya está mal visto. Para las chicas esto y para los chicos aquello. ¿Y la igualdad y la libertad qué?
¿Rumores sobre ti? El caso es criticar. Y sino hay, tranquilo que se pueden inventar. Difamar es la cuestión, da igual a que clase social pertenezcas. Dice la leyenda que, si una mentira se dice más de tres veces, se convierte en realidad. Pues es mentira, una gran y peligrosa mentira que tiene como objetivo la destrucción. ¿Qué pareces feliz? No pasa nada, ya encontrarán algo negativo para que crezca su modestia. Y disfruta del rato, porque seguro que no tardarán en fastidiarte.
De manera que perdóname por tener sentimientos, por vestirme a mi manera sin hacer caso a las modas. Por no ser solo cuerpo y preferir ser mente. Perdóname sobre todo por ser yo misma y no como el resto.
Puesto que si te ríes por todo no te toman en serio, pero si no lo haces ya eres un amargado. Que si lloras ya eres un debilucho, pero ¡eh! Que si no lo haces eres un insensible. ¿Y la personalidad señores? ¿Eso no cuenta?
Mi único consejo es que hagas lo que quieras, que para eso hemos venido al mundo. Para ser felices y libres. Pasa de los rumores, porque de ellos no son verdad ni la mitad de ellos. Lleva la ropa que quieras y sonríe.
Sonríe todo lo que puedas, que es bueno para la salud, alegra a los que te quieren bien, molesta a los que te quieren mal y habla por ti cuando no sabes que decir: Sí, un arma en toda regla.
Autora: Ana Alonso Atienza