Hay una historia de Agatha Christie que nadie ha leído, ni podrá leer, jamás y eso es porque esta historia no fue escrita, sino contada por su propia voz y, por lo tanto, sólo aquellos que se encontraban en el momento propicio serán capaces de recordarla.
Cuando yo tenía 6 años vivía cerca de la residencia de los padres de Agatha, en Devonshire, y dada la cercanía y los gustos compartidos por nuestros padres solían reunirse con asiduidad para tomar el té. Mientras los adultos iniciaban su perorata incomprensible, Agatha y yo tomamos la costumbre de escabullirnos hacia el cobertizo del jardinero y apropiarnos de una pequeña pala y un cubo. Con el apremio del infante que teme ser descubierto en medio de algo que no sabe si es del todo correcto, corríamos rodeando la casa hasta los jardines laterales y nos refugiábamos entre el claro que generaba de forma natural unos arbustos a los que accedíamos gateando lo que proporcionaba a ese espacio algo nuestro, privado, íntimo.
Fue en este espacio mágico donde Agatha me ordenaba con avidez: "Cava". Y dónde yo, excitada por el ánimo de emprender una aventura, cavaba casi con ferocidad. Ese día las excavaciones dieron su fruto. Encontramos una serie de huesecillos y un cráneo partido que,una vez unido,bien correspondía al de un gato. Creo que fue en ese momento en el que a Agatha se le conectó un interruptor invisible en el cerebro. Algo que siempre había estado ahí dormido esperando a ser despertado por la madurez o un descubrimiento, algo que sin duda volvió a despertar en su mente años después dejando constancia de su maravillosa creatividad en más de 70 novelas. Agatha limpió los huesos del felino con extremada delicadeza frotándolos uno a uno lentamente en su vestido y, con los ojos encendidos por la emoción de quien ve una historia allí donde otros solo ven un objeto vulgar, comenzó a explicarme la fantástica aventura que escondían aquellos huesos de gato encontrados en nuestro espacio.
Ese fue el primer relato nunca contado y nunca leído de la que ahora no es sino una de las grandes escritoras de novela negra y os puedo asegurar que es el mejor legado que te puede dejar un amigo. Una historia única.
Autora: Sara Platero
Comments